miércoles, marzo 21, 2007

El ciclo del carbono.

(Tiempo de lectura: 2min20seg)


Tras estos dos post sobre ecología cerraré el tema con el último en el que hablaremos sobre el efecto invernadero y el ciclo del carbono.

Los combustibles fósiles como dije producen residuos que quedan en el ambiente. Esos residuos pueden ser transformados o pueden almacenarse. En el post anterior hablamos de que esos residuos eran principalmente óxidos de nitrógeno y de carbono, pues bien en este post hablaremos del más importante, el dióxido de carbono.

La primera vez que oí hablar de él me pareció curioso, como la tierra ha construido un sistema para regular la producción de CO2, sobre todo de la perfección de este y de su efectividad. En primer lugar hemos de distinguir en dos tipos de relación de construcción destrucción:

  • Biológica: La fuente de carbono sería la respiración de los seres vivos y el sumidero de carbono sería la fase luminosa de la fotosíntesis.
  • Biogeoquímica: El sumidero sería la disolución del carbono en el agua, que hace que el agua tenga un cierto nivel ácido, al llover erosiona la roca produciendo sedimentos que pueden ser devueltos en forma de erupciones volcánicas, absorbidos por seres vivos que pueden volver a ser sepultados y los excedentes pueden formar bolsas de almacén (petróleos).

Por otra parte hay sistemas de almacenamiento, como son el subsuelo, las rocas sedimentarias o las bolsas de combustible.

Actualmente nosotros estamos realizando una pequeña modificación a este ciclo, recogemos los almacenes naturales de la tierra, que en un principio sirvieron para regular el equilibrio y las emitimos por la combustión de los hidrocarburos, lo que hace que el ciclo perfecto descrito antes falle. El exceso, al ser tan grande, no puede disolverse en el agua y pasa a la atmósfera. ¿Problema? veamos.

El CO2 tiene una peculiaridad, es un gas de efecto invernadero. Todos hemos oído esto pero ¿sabemos qué significa realmente?, ¿sí? bueno, pues lo voy a explicar, que yo hasta que no lo leí no lo sabía.

La tierra recibe durante el día radiación solar, de la que refleja parte instantáneamente, esto viene definido por el albedo (tecnicismo que aprendí hace unos días nada más, gracias al mamonazo de Eusebio), pero durante la noche pierde temperatura al dejar de recibir radiación solar en forma de emisión de radiación electromagnética.

Si no existen gases de efecto invernadero en la atmósfera -como en los desiertos- esa radiación se dirige al espacio y por la noche hace un frío del carajo. Si por el contrario, hay CO2 y metano en la atmósfera esa radiación vuelve, sobrecalentando el ambiente, como en las ciudades.

¿Soluciones? Desde hace unos quince años se lleva estudiando la manera de hacer que el ciclo del carbono sea estable, es complejo, pero se hacen avances. Se trata de buscar nuevos sumideros y de aumentar los actuales. Lo segundo es fácil, plantar arbolitos, eso sí, con conocimiento, ya que los hay que disponen de gran fase oscura de fotosíntesis, con lo que no sólo no consumen dióxido de carbono, sino que nos quitan el oxígeno. Hay que saber lo que se planta.

Mientras se avanza en la primera se trata de calcular el exceso sobrante y de procurar que no sea lo suficientemente grande para matarnos, limitándolo. En 1992 se firma el protocolo de Kyoto tratando de establecer éste límite.

Un Saludo.