sábado, septiembre 30, 2006

Letras y números

(Tiempo de lectura: 2min)

Si a cualquiera de nosotros nos preguntasen nombres de literatos españoles galardonados con el premio Nóbel, probablemente diríamos Camilo José Cela (1989) o Juan Ramón Jiménez (1956), algunos dirían Vicente Aleixandre (1977) y los menos, dirían Jacinto Benavente (1922), pero de lo que estoy seguro es de que nadie (o casi nadie) hablaría de José Echegaray y Eizaguirre, que lo consiguió en 1904.


Este hombre, se graduó el primero de su promoción en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid e impartió clase de matemáticas allí durante unos años, tras los cuales decidió dedicarse a la política militando en el lado liberal. Abogó por la Constitución de 1869, que promulgaba el sufragio universal y la libertad de prensa y de culto, toda una revolución, su carácter liberal y republicano le trajo algún que otro problema, fue Ministro de Gobierno, Educación y Economía y Fomento en la Primera República.

Algo que me asombra sobremanera de este hombre es que fue dos veces presidente de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales entre las que intercaló la dirección de la Real Academia Española de la Lengua, todo esto tras ser presidente del Ateneo de Madrid. Un ser multidisciplinar dónde los haya, del que desafortunadamente nunca nos hablan en las clases de Lengua, ni Historia, ni Matemáticas.

La recepción del Premio Nóbel en 1904 escandalizó a los literatos de la época, los integrantes de la Generación del 98, ya que su estilo estaba desprovisto de valores literarios según los contemporáneos como Leopoldo Alas Clarín y Pardo Bazán, incluso Valle Inclán le llamaba “el viejo idiota”, Azorín, Baroja, Unamuno, los Machado, Rubén Darío, Maeztu y Valle Inclán, entre otros, firmaron un manifiesto público tras la recepción del Nóbel, acusándole de representar a una España "corroída por los prejuicios y la superchería", algo que era difícil entre otras cosas porque era uno de los máximos exponentes de la ilustración liberal española.

Tras recibir el Nóbel y las críticas, en 1905 es nuevamente llamado para tomar la cartera de Hacienda con el gobierno monárquico, hecho que acepta, a pesar de su carácter republicano, para supervisar el gobierno. En 1916 muere en la ciudad de Madrid.

Tal vez no fuese un gran dramaturgo, no lo discutiré puesto que no tengo conocimientos para hacerlo, pero lo que sí sé es que no sólo fue eso, fue un gran político y tal vez el mejor matemático español del siglo XIX. Desafortunadamente hoy en día no se tiene en cuenta ni en el terreno literario ni en el terreno científico, en uno por los prejuicios y en otro por la ausencia de relevancia histórica de la España científica del siglo XIX. Como dice el ilustre matemático español Rey Pastor: "Para la matemática española el siglo XIX comienza en 1865, y comienza con Echegaray".

Parece mentira que aún hoy, se siga considerando simplemente como un pésimo dramaturgo que pasó por el escenario sueco de rebote a un hombre que fue; cuatro veces ministro, director de la RAE, dos veces presidente de la RAC, premio Nóbel de literatura y tal vez el mejor matemático del siglo XIX en España.

Un saludo.