sábado, enero 27, 2007

Cerca Trova

(Tiempo de lectura: 2min15seg)

A veces hay gente digna de admirar, gente que dedica toda su vida a la búsqueda de un objetivo, que a veces no es más que una corazonada. Ése es el caso de Maurizio Seracini.

Seracini ha estudiado a Leonardo da Vinci y su obra, y ha aprendido a usar técnicas aplicadas en ingeniería y medicina, como son visores Gamma, RayosX y radares, al tratamiento del arte, todo con el fin de poder encontrar una de las más impresionantes obras del genio Leonardo.

"No estamos hablando de una búsqueda como cualquier otra. Estamos buscando la máxima obra maestra de Leonardo, considerada así por sus contemporáneos” Mauricio Seracini

En 1503, en plena guerra entre Florencia y Milán, se encarga al genio un fresco en el Palazzo Becchio en Florencia, la obra era La batalla de Anghiari, que se encargaría de conmemorar la victoria de la República Florentina frente a la Milanesa durante las batallas del siglo XVI. A sus espaldas otro genio, Miguel Ángel, encargado de pintar La Batalla de Cascina en la pared frontal de la misma sala del palazzo, El salone dei Cinquecento.

Hubo problemas y tanto Leonardo como Miguel Ángel, grandes rivales, abandonan el proyecto en el 1506, Leonardo se va a servir al rey de Francia de dónde no volverá, quedándose todo a medias. Unos años después, en 1563 se encarga una reforma total al Arquitecto italiano Giorgio Vasari, consabido admirador de Leonardo y biógrafo suyo, se tapian los frescos y se generan otros sobre los de Leonardo:

Volvamos a la actualidad próxima; en 2002 con técnicas basadas en RADAR y RayosX, Maurizio Seracini descubre una cavidad detrás de una pared de El salone dei Cinquecento, pero el gobierno, por medio del ministro de cultura y el alcalde de Florencia paralizan la investigación. A día de hoy, y tras las pruebas que Seracini ha recaudado, Rutelli, el actual Ministro de Cultura Italiano ha permitido seguir con la investigación.


La biografía de Leonardo realizada por el Arquitecto Vasari, y ésta inscripción en el fresco, que debería emparedar la obra de Leonardo a 12 metros de altura, sobre una banderola en medio del fragor de la batalla hacen que Seracini haya conseguido que su investigación salga adelante, algo por lo que lleva trabajando toda su vida. Seracini piensa que la obra tiene una dimensión de 4 x 6.5 metros y como indican sus palabras puede ser de una belleza increíble.

Cuando parecía todo perdido, se vuelve a reabrir la investigación, que con técnicas no invasivas tratará de encontrar una de las obras más importantes de Leonardo. Una gran obra que ha estado esperando más de medio milenio a que alguien no sólo se interese por ella sino que consiga convencer a un montón de gente a la que no le importa lo más mínimo, que merece la pena ser rescatada. Como siempre, los que mandan no ayudan.

Un saludo.