Belleza

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¿Qué es la belleza? ¿Es realmente algo subjetivo? Son dos preguntas que casi siempre se contestan en un contexto romántico pero que tal vez no tengan una respuesta tan compleja como desde siempre nos hemos empeñado en dar.

Existe una rama de la psicología llamada Biopsicología encargada de estudiar la relación entre la actividad cerebral, los procesos mentales y nuestro comportamiento, tratando no sólo de buscar explicación a los comportamientos de los seres humanos sino de conocer mejor el cerebro, sin duda la parte más inexplorada y desconocida de nuestro cuerpo.

En 1872 Charles Darwin escribe La expresión de las emociones en hombres y animales, dónde explicaba que todas las respuestas faciales humanas evidenciaban estados emocionales similares en los humanos, algo que en principio comenzó a desterrar el mito de la subjetividad del emotivo. Con ello nace lo que hoy se desarrolla como biopsicología.

Actualmente Víctor Johnston en la Universidad de Nuevo México está investigando sobre la belleza, qué entendemos por belleza y por qué en general todo el mundo es capaz de definir a una persona como bella o como… no-bella (viva el eufemismo). Porque, podemos tener un concepto romántico de la belleza, pero en general, a todo el mundo alguien “guapo” le parece guapo y lo contrario,… pues también. ¿Por qué ocurre esto?

El índice de belleza más importante es la simetría, ¿por qué?, una simetría en el cuerpo indica un buen sistema inmunológico,… y no olvidemos que somos animales y como tales buscamos la perpetuación de la especie. El código genético tras años de adaptación ha aprendido a buscar lo mejor para su supervivencia. Aún hay gente que duda esto, pero hay pruebas bastante plausibles, como por ejemplo la sensación de bienestar que padecemos en bosques, debida a que hace años, el bosque era una fuente de alimento y cobijo. Bien, no nos desviemos, La simetría es un índice de belleza, pero también lo es la fertilidad,… si, somos animales, ¿y eso cómo se mide? Con las hormonas sexuales, la testosterona y los estrógenos.

Dejando a un lado estúpidos temas sexistas, las mujeres buscan seguridad y los hombres buscan perpetuar la especie. Todo ello está regulado por las hormonas sexuales. Los estrógenos regulan el ciclo menstrual, y ello afecta al comportamiento femenino, de hecho, se ha probado que las mujeres son capaces de regular el ciclo menstrual por medio de las feromonas del sudor, con ello consiguen que el grupo tenga el mismo ciclo, ayudando así al buen funcionamiento de la sociedad (tal vez algún otro día hable de estos experimentos curiosísimos). Los hombres por el contrario, buscan mujeres con bajos niveles de testosterona, que les proporcionen fertilidad.

Todo esto implica características físicas, como son en las mujeres mentones finos, cabellos sanos y largos, proporciones de cadera y cintura en torno al 0.7 (la Venus de Milo tiene una proporción del 0.66) y por su parte los hombres deben poseer simetría en la forma de la cara, mentones pronunciados, altura y piernas largas (que denotan capacidad de supervivencia y caza).

Una curiosidad, las mujeres prefieren hombres con niveles de testosterona bajos cuando están en periodo de ovulación ya que los índices bajos de testosterona indican sensibilidad y buen trato y en este periodo la mujer busca estabilidad. En otros periodos, para relaciones esporádicas, la mujer busca niveles elevados de testosterona, que hacen de indicadores de tipo duro.

Parece triste hablar de esto así, de cómo algo que es tan poético se destripa de una manera tan vulgar. Personalmente lo siento, y no dejo de pensar que las bases son estas, pero que hay algo más… Pero no hemos de olvidar nunca nuestro pasado, somos animales y como tales nos comportamos, y por mucho que vistamos Armanis y Dolces lo seguiremos siendo. Ya lo dijo Darwin.

Un Saludo.